Durante el otoño, las hojas de los árboles cambian
y su color verde se vuelve amarillento hasta que se secan y caen ayudadas por el viento que sopla con mayor fuerza y la temperatura
comienza a ser un poco fría.
Pero, te has preguntado alguna vez ¿por qué los árboles durante el otoño se quedan sin hojas?
Pues bien, éste cambio que se lleva a cabo año tras año, tiene una sencilla explicación: las hojas que crecen
en los árboles en primavera y verano, producen alimento para la propia planta, pero también desechos que van acumulando al
ir envejeciendo y que conservan hasta el otoño.
Pero además, la planta va sacando de las hojas todas las sustancias que le sirven y a cambio les proporciona
todo sus desechos, ocasionando que las verdes hojas se coloreen de amarillo y marrón y cuando ya no tienen sustancias nutritivas
que tomar de ellas, producen una como resina que bloquea y hace que sus tallos se debiliten de tal forma que de manera natural
se desprendan de los árboles.
Cuando las hojas se decoloran más de lo normal, lo que es natural durante la época otoñal o invernal, la planta
se prepara para pasar el periodo más frío del año, reduce su necesidad de alimento al máximo y para ello se desprende de todo
aquello que no necesita.
Pasada la época invernal, las hojas nuevas crecerán con fuerza como cada año y cubrirán de su hermoso verde
todas las ramas de los majestuosos árboles.
Existen, sin embargo, árboles como el pino, el abeto o el laurel, que conservan la copa verde también
en invierno. Estas especies sustituyen periódicamente las hojas viejas por otras nuevas, poco a poco y durante todo el año.
El otoño oficialmente empieza el 21 de septiembre, ¡así que prepárate y abrígate para ver los más preciosos
atardeceres con la caída de las hojas deslizándose por el aire!